De felicidad andamos siempre escasos, por eso cuando uno empieza a ser un poco feliz se te pegan los parásitos. Y cuando te has librado de los parásitos lo único que te importa es dejar que no se te acerquen de nuevo. Hay veces que la persona que te chupa la sangre no es quien tú crees que es, y hay veces que cuando te has librado de un parásito aparece otro. Y hay veces que quien creía que se pegaba a ti para vivir a tu costa es quien te devuelve la felicidad. Queramos o no somos parásitos de la felicidad de los demás, por eso hay que rodearse de gente feliz a nuestro lado.
de acuerdo de todo, pero también nos hace ser parásitos a nosotros mismos para con los demás.
ResponderEliminarMuy chula la imagen!
estamos de acuerdo. asi que ¡¡TODOS PARASITOS!!
ResponderEliminarpo hijo compra fli!!!
ResponderEliminarTodos lo somos independientemente de si somos felices o no... Siempre se saca algo de alguien, siempre sacan algo de ti...
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